martes, 7 de marzo de 2017

Padre

Como un árbol sin retoños
Por el que no pasa ni el agua,
Pasa el tiempo
Con un ademán frágil.

Su tronco aunque fuerte
Se curva ante la inevitabilidad:
El tiempo le carcome a diario
Y por fuera no se le nota tanto.

Como agua sin retorno,
desde la inestabilidad
De un único cauce,
De sabor unico,
Pleno de saberes y pleitos,
Así lo veo domar
El tiempo indomable,
Que ya le dobló los dones más robustos.

Ya siento sus miedos,
No de la muerte, pero de los desafíos
Que le falta cumplir solo
Con lo que le queda
En vida.

Hay mucha filosofía que explica
La fragilidad, la fortaleza,
La lenta indominacia del cuerpo,
El rápido avance hacia el inevitable borde.

No hay nada que explique
Un dolor de hijo ante
La fragilidad, la indominacia y el avance
De un padre.

Habrá más agua para retoños?
Si sabemos donde encontrarla.

Buenos Aires, 06/02/17

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